Partido travado en el centro del campo en la primera mitad, con pocas llegadas a las porterías.
Antes del descanso el Balón se quedaría con un hombre menos por doble amonestación.
En la reanudación el filial cadista puso cerco a la portería de Joaqui, pero el Chipiona defendía bien y a la contra pudo matar el partido en varias ocasiones muy claras, que la falta de puntería y el acierto del meta local desbaratarían.
Cuando el Chipiona se había aduedaño del partido, en una incursión por banda derecha del equipo local, el colegiado de la contienda decretaría penalti por un derribo fuea del área, entendiendo que fue dentro de la misma.
Caballero batía a Joaqui y desnivelaba la balanza a favor de los locales.
A raíz del tanto, el Chipiona se fue en busca del empate, gozando de ocasiones clarísimas para hacerlo, pero de nuevo con la polvora mojada.
Así en una contra cadista, Caballero consiguió marcar el 2-0 a poco del pitido final.
El Chipiona sigue con su mal endémico, que no es otro, que no hacer goles, a pesar de su buen juego.
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